martes, 3 de abril de 2012

Cuando el aprendiz de cocina quiere superar al Chef

A veces en la vida nos encontramos con situaciones anecdóticas como la siguiente historia:

La cuestión es que cuando unos comensales quieren ir a comer a un buen restaurante y quieren que les preparen un plato según sus gustos, es decir a medida, y han seleccionado un restaurante por su buena reputación que tiene, y por la carta de presentación de sus platos; el cual tiene un Chef que se esmera por el buen servicio de su cocina, donde la atención sea oportuna y efectiva. 

Los comensales quieren comer un plato especial y se lo encomiendan al Chef, lo cual los escucha sobre lo que quieren comer, el Chef con buena iniciativa pro activa les envía inicialmente unos entrantes para que vayan comiendo al principio mientras el plato se prepara de acuerdo a las preferencias habladas inicialmente, una de las exigencias es que el plato se prepare rápidamente.
El Chef en su cocina empieza a hacer los preparativos iniciales para crear la receta del plato cuando de repente los comensales le envían a su cocinero propio para que le ayude a preparar el plato correspondiente.

Este cocinero empieza a decirle al Chef lo que tenía que hacer, que ingredientes que poner. El Chef por no ser descortés accedió a comenzar a preparar el plato en estás condiciones. Pero al ver el Chef que el resultado que se esperaba inicialmente por los comensales no es el esperado, el Chef le sugiere al cocinero que las cosas no son así y que la receta se está desviando del resultado esperado y que además el tiempo de preparación se estaba alargando. El Chef le pidió al cocinero ingredientes esenciales para que el plato fuera como debía ser y el cocinero se enfureció y el Chef determinó que debía hablar con los comensales nuevamente.

Cuando habló con ellos, el cocinero tenía tal furia y ofensa que influyó en los comensales se buscarán otro restaurante y el Chef accedió con gusto para que tuvieran libertad de hacer su plato a su gusto con su cocinero pero no en su restaurante.

El Chef al ver estás circunstancias concluyó que el cocinero no era más que un aprendiz de cocina que lo único que sabía hacer bien, tal vez sería un huevo frito en la cocina de su casa y que no tenía la capacidad ni la humildad de trabajar en equipo con el Chef y además en su propio restaurante.

La soberbia con la que actuó el cocinero da para pensar en su propia mediocridad y el irrespeto que manifestó hacía el Chef, sobre todo en su cocina y en su restaurante.

El Chef les manifesto a los comensales buena suerte con su plato...

Ahora dejaré de hablar de mediocridad y pasemos a la excelencia presentada con el Chef Ferrán Adría con su magnífico Restaurante El Bullí, donde se le considera el mejor cocinero del mundo y uno de los más influyentes en la actualidad.

En el Bullí suceden muchas cosas interesantes donde la creatividad, el reinventarse constantemente, con un liderazgo y una capacidad de generar ideas sin igual. El Bullí y Ferrán Adría representan lo más de la gastronomía del mundo.

Utiliza la tecnología en la cocina a través de la creatividad utilizando además técnicas, productos, conceptos que con todo esto crea sus platos generando su estilo.

El Alma del Bullí se vale de su maravilloso equipo, su tribu donde utilizan el gran secreto de su éxito: Sentir pasión por lo que haces, compartir y el riesgo. Yo añadiría la perseverancia y su cualidad de emprendedor incansable.

Ferrán Adría también es importante por sus aspectos como la Innovación que lo ha sido desde sus comienzos, cambiando el concepto de cocina tradicional, llegando a la internacional, llevando el liderazgo por delante de la cocina francesa. Otro aspecto es la Investigación porque ha cerrado seis meses de cada año que ha funcionado para investigar. La Comunicación donde ha sabido aplicar un marketing muy elegante, siendo el mejor y comunicándolo muy bien.
La Globalización, el Bullí es icono en el mundo gastronómico y en muchos otros ámbitos llevando el liderazgo que lo caracteriza de manera efectiva y comparte con el mundo sus secretos.

Ahora la transformación del Bullí en fundación, porque según el propio Adría, es el momento de devolver algo a la sociedad. Está fundación es privada con aportes del propio Adría y de Juli, y más adelante con aportaciones de patrocinadores, pero teniendo en cuenta la libertad.


Sr Intelligenius
 
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