La NASA empezó a interesarse en ese ascensor espacial después de que en 1960 el físico ruso Yuri Artsutanov, demostrará en teoría que sería posible fabricarlo: un cable de 36000 km desde el espacio hasta la tierra que, mediante un contrapeso orbitando, se mantuviera en una órbita geoestacionaria.
Los viajes en cohete son muy caros y con el ascensor se reducirían los costos en unas 100 veces para llegar al espacio.
Los impedimentos para construirlo va desde lo económico porque sería una inversión multimillonaria y el otro impedimento sería el material del cable que aguante una tensión de tan larga extensión (36000 km).
Ahora hay grandes avances como los metamateriales inventados por el hombre y que no existen de manera natural y el metamaterial que haría posible su construcción sería un cable de nanotubos de carbono que sería capaz de resistir la tensión que generaría llegar al espacio.
De todas maneras hay interés en su construcción por parte de las agencias espaciales como la NASA, la JAXA y otras organizaciones y empresas independientes.
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